La impresión de catálogos para museos, las guías para visitantes

La impresión de catálogos para museos es esencial para cualquier centro artístico. Hay museos muy creativos, que ofrecen a sus visitantes catálogos que son pequeñas obras de arte, estas guías son muy útiles para conocer las colecciones y organizar una visita.

En este post repasamos algunos requisitos indispensables que deben cumplir todas las guías y consejos para la impresión de catálogos para museos.

Para qué sirven los catálogos para museos

Los catálogos son guías que se ofrecen al visitante con información acerca de las colecciones. No se trata de realizar una relación de obras completas con información detallada, al contrario, lo que se busca es destacar aquellas obras que destacan, además de información acerca del museo como contacto, un mapa de las salas, etc.

De lo que se trata es de facilitar la visita, ofreciendo información de fácil acceso y cualquier dato que el visitante pudiera necesitar durante el tiempo que está en el museo.

Qué debe contener una guía de un museo

Un catálogo de visita de un museo debe contener información acerca del propio museo y su colección, a continuación repasamos su contenido fundamental:

• Presentación y justificación de la colección: El museo debe explicar el motivo e su existencia, su historia, sus objetivos y sus planes futuros. Nada mejor para abrir una guía museística que una presentación de la propia institución.
• Obras ilustres: Se trata de uno de los contenidos más importantes. Las obras más conocidas se destacan para que las personas que quieran visitarlas puedan hacerlo en el menor tiempo posible.
• Visitas por tiempo: Algunas guías incluyen recorridos en función de si el visitante ha planeado una visita de una hora, dos horas, tres horas, etc.
• Plano del museo: Se indican las salas y su contenido en un plano que debe ser claro y de fácil lectura.   
• Contacto: También es necesario indicar los datos de contacto del propio museo.

Impresión de catálogos para museos

Un catálogo de este tipo debe ser visual, las fotografías tienen que ser de la máxima calidad, además los textos deben estar muy cuidados y aportar la información necesaria.

Los catálogos se han convertido en un objeto de colección, por eso es conveniente ofrecer ediciones muy cuidadas y con gran calidad de impresión.

Cuestiones como la tipografía, el gramaje del papel o el tipo de encuadernación también son fundamentales a la hora de definir el aspecto de un catálogo.

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